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    “A los que me hicieron el atentado no les guardo rencor”

    Luis Eduardo Camargo es una de las más de once mil víctima de minas antipersonal, que hoy le apuesta a la paz del país.

    Según la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, Colombia es el país más afectado por estos artefactos explosivos. / Eliana Gómez – El Nuevo Liberal

    Eliana Gómez Hurtado 

    Luis Eduardo Camargo Martínez, víctima de minas antipersonal.

    Luis Eduardo Camargo Martínez es una de las 11.775 víctimas por minas antipersonal y munición sin explotar del país. Aunque tuvieron que amputarle su pierna izquierda y las esquirlas le comprometieron parte de su abdomen y brazo, manifestó que no les guarda rencor a las personas que lo dejaron con esta discapacidad física.

    Todo ocurrió el 10 de junio de 2011, cuando Camargo se encontraba en operaciones de registro y control en el corregimiento El Plateado, Argelia, Cauca, junto con 34 integrantes de las fuerzas militares, incluyendo el Cabo Jimmy de la Cruz, quien lastimosamente perdió la vida.

    “Ya en varias ocasiones nos habían hecho atentados, pero en ese en particular perdió la vida el Cabo Jimmy, donde yo también quedé afectado en una de mis piernas, donde me tuvieron que amputarla por encima de la rodilla porque me habían echado excremento humano”, explicó.

    Historia

    Este sobreviviente de las minas antipersonal nació en Valledupar, capital del departamento de Cesar, y desde hace ocho años se radicó en el municipio de Palmira, Valle. Tiene un hijo fuera de su matrimonio y actualmente vive con sus dos hijastros y con su esposa. Durante nueve años integró las fuerzas militares y ahora es pensionado del Ejército Nacional.




    Aunque es consciente que en su labor militar corría el riesgo de salir herido, desaparecido, secuestrado o incluso sin vida, no les guarda rabia a las personas que cometieron ese incidente.

    “A los que me hicieron el atentado no les guardo rencor. Si ellos piensan en política, en adquirir en algún cargo político lo que le digo es que es hora de recapacitar, poner su conocimiento, apartarse de las armas, apostarle a la paz del país y hacer la política no en medio de intimidación y en medio del secuestro sino de la paz y desde la legalidad, porque la situación en Colombia puede cambiar pero poniéndole sus ideas y sus conocimientos, porque la violencia trae más violencia”, puntualizó.

    La historia de vida se pudo conocer gracias a la realización del segundo taller para ‘Corresponsales de paz, legalidad y convivencia’ que organizó la Oficina del Alto Comisionado para la Paz para periodistas de las regiones del Cauca, Pasto y Valle.